martes, 9 de octubre de 2007

...

Voy a convencerte de tu necesidad de mi. Te vas a acostumbrar tanto a no ver tu sombra sino mi sombra, a nunca más pensar en tu soledad, sino en el silencio de mi presencia. Me voy a encargar de acostumbrarte a mi pesado olor para que tu estimado orgullo sea otro de tus palidos reflejos de esta linda historia que nos contamos.
Y cuando ya crea-s tenerte o tenerme, volverme opaco, y matizarme gris para que solo seamos nuestra propia incertidumbre de como nos quisimos contar...