martes, 9 de agosto de 2011

Insospechadas Soledades

Dos personajes de películas de acción se encuentran conectados a un chat de pederastas, cada uno aparte intenta conseguir obtener una cita con una actriz porno juvenil de Europa del este que ofertan a bajo precio en dolares. los dos se encarnizan en una competencia en la subasta, los dos quedan sin un mango, y se la gana el que tenia mansión en nueva jersey. Algunos días después una limusina negra trae a la chica que toca su timbre en las horas de la noche del Viernes, al salir a la puerta a recibir su nueva adquisición una bala le alcanza el pecho, antes de tocar el suelo una le ha atravesado la cabeza. El actor de acción rival se escabulle entre los arbustos de primavera.

jueves, 4 de agosto de 2011

Flores

Ríos, palmas, plataneras, montañas, bichos caminando por una pesada humedad, calor, una calesita de dos pisos, frío, mate, un extraño hecho, inusitadamente todo desaparece, habitación oscura, un pequeño gabinete para pensar y amar. Todo envuelto en viento que arrastra gruesas nubes y ceniza.

miércoles, 6 de julio de 2011

El Odio de los Gatos

Pienso si a veces no somos demasiado generosos con las palabras que nos decimos. Le dijo en vos algo baja mientras tragaba un sorbo caliente de café negro que le comenzaba a calentar las tripas. Los cuerpos se encontraban dispuestos de frente, de tal forma que era inevitable por su tamaño, que al cruzar una pierna sobre la otra no tocara torpemente los otros pies, ocasionando a cada vez una sonrisa autocomplaciente. ¿Quisiera verte alguna vez una sonrisa de placer, de genuino placer? Replico sin tropezar con las palabras que había escuchado pronunciar. Encima de la mesa aparecían dispuestos un par de sobre platos que recogían las moronas de las galleticas sabor a jengibre, punteadas de chocolate, que acompañaban a cada sorbo. Las has visto más veces de las que te he contado. Respondió en medio de una sonrisa menos pronunciada y con los ojos más abiertos que las anteriores. Puedes contar otra que me acabas de arrancar. Replico mandando otro sorbo más, deteniéndose esta vez en el olor que aun expedía el fondo del pocillo y que de paso calentaba su nariz.

Y con respecto a tu generosidad, habrá de ser la única forma en que aprendimos a soportar nuestras ausencias. Mencionó en cierto tono recriminatorio revolviendo con cuidado la bolsita aún húmeda que reposaba en el fondo de su bebida. Pensaba si era que acaso no recordaba que no le gustaba el sabor del té, o si premeditadamente le había llevado a ese lugar para poner a prueba su buen humor, en todo caso sabía que no había azar en sus elecciones. Se sabían ambos de memoria sus manías y sus aparentes coincidencias.

Recuerdas como odiábamos las burocracias de los cuentos de hadas, nos recordaban el espacio abismal entre un cuerpo y el otro. Habría que dejarse caer sin tener la menor idea de cuánto iba a durar o si sería en caída libre a la mitad de la nada. Pero yo siempre con mi afán de dar todo por sentado no me tomaba la molestia de recordarte que llevabas un paracaídas a tus espaldas que te dibuje yo mismo la última noche que nos desencontramos. Ahora mírate acá pensando en si lo hice apropósito. Y lo dijo todo en ese tono cansón que tenía cuando parecía recitar de memoria los elementos de la tabla periódica, que debido al desuso había ido olvidando de a pocos.

¿Cómo Alicia? Dijo en vos grave mientras que al tiempo llamaba con los ojos y el resto de su rostro al camarero, un muchacho alto bien parecido, de cabello mediano, cari bonito, de rasgos suaves, sin nada en particular que ayudará a describirlo además de una mirada tan fija que les hacía relamerse los labios a los dos por momentos. Recordaban con cierto dejo de nostalgia cuando con sus propios ojos se desnudaban en la mitad de un puente, para hacerse olvidar que lo cruzaban, que siempre habían detestado las escaleras y que preferían atravesar por la calle sin tomarse de la mano, solos, como con los baños y los cigarrillos.

No me gustan los conejos así como tampoco sus hoyos. Desconfío de los animales que se dejan meter a un sombrero. Mencionó a la par que señalaba con la mano los dos pocillos mirando al camarero como un gesto habitual para que repitiera la dosis ya pedida. Además si se tratase de imitar preferiría el odio. El odio de los gatos. No importa cómo se cae, sino como se aterriza y ya sabes lo que dicen de los gatos por ahí: siempre caen de pie. Pronuncio mientras que repetía el gesto con sus manos ante la actitud mensa del camarero.

martes, 5 de julio de 2011

breviario v

La imaginaba abrigada, contoneándose al ritmo de la música que estallaba por sus oídos, bajo ese tabardo verde de la tienda china, que había comprado por allá en su infancia junto con dos o tres vestidos más que la hicieron descubrirse mujer ante el resto del mundo. Recreaba mentalmente las acentuadas figuras que la definían, ya que ahora donde sus caderas se pronunciaban a la altura de la silla de su escritorio que daba a la ventana, mil veces más, había visto figuras rígidas erigirse como símbolo del cambio de los tiempos de su ciudad. Como prueba irrefutable de su abandono.

Entierro Bis

Cuando lo entierren quiere que lo cremen; que con su cuerpo incinerado, convertido en un montoncito de pequeño polvo azul, dejen que los gamines, habitantes de la calle y uno que otro excéntrico callejero, se llenen sus bolsillos de ceniza sabor a alcohol y tinto. Eso sí, manda a decir que guarden cuando menos una parte para la caja de arena de algún gato, que prefiere vivir tapando mierda.

breviario iiii

Le resultaba repugnante recordar esos encuentros del sur, cuando cachivaches sin dinero buscaban extorsionar a las niñas de bien que tenían su lugar por vacaciones y se asomaban a ese mundo con los ojos abiertos, como redescubriendo la vida, ansiosas de mimetizarse con eso que nunca tenían a la mano: una vida de adultos que se pretendían adolescentes y que vivían de los giros de sus padres que preferían financiar su exilio, como una forma de lavar sus conciencias ante el mal trabajo que creían haber hecho durante su aprendizaje como padres, que aceptar que sus niños eran malas semillas y que aunque hubiesen sido formados en colegios de bien, más que sus hijos, eran los hijos de una ciudad desencantada que apestaba a alcohol a esas horas indecentes cuando se toma el bus y todos los pasajeros van bañaditos y perfumados hacía sus sitios de trabajo, alzando la vista de vez en vez reprobando aquella conducta mal sana. Hijos huérfanos. Bastardos de la calle.

La lengua, su lengua. La boca, mi boca. Uno tras otro, se consumían poco a poco los puchos. Se deshacían entre palabras idiotas que se le metían por los oídos, deseos homosexuales en medio de risas. La secta de los invisibles debería llamarse, pequeños figurones que reclaman atención del mundo, pero que re huyen a cualquier oportunidad real. Su ejercicio es la queja, su profesión el descontento.

breviario iii

Los espectadores, esos personajes repetitivos que todos somos, acostumbrados a los dolores pasajeros y a conmoverse pasajeramente expían sus deseos malsanos con el deleite de observar a los otros. Actitud voyerista. Para ser un buen espectador se necesita de años de práctica para agudizar tus sentidos, si encuentras a un buen cocinero de seguro encontrarás a un buen espectador. Tanto en el oficio de cocinar como en el de estar a la expectativa, lo que más se necesita es paciencia. Luego de ello viene el deleite de los placeres que se agudizan cuando tenemos los sentidos dispuestos a ellos. Como un verdadero cocinero disfruta del olor de la cebolla que se sofríe esperando a que se le vierta el arroz, el verdadero espectador toma atenta nota de cada uno de los comportamientos y las relaciones que lo circundan, las palabras que se usan, los escotes que se te atraviesan y hasta uno que otro alcoholizado que hace las delicias de la gente, a quien después, como buenos espectadores, tendremos que recrearle sus recuerdos.

viernes, 17 de junio de 2011

Sentencias U Ordenes

Al instante en que por fin se decida la muerte legal de nuestro contrato o de cualquiera de sus partes aquí consignadas, y resulté imposible por el dictado de una sentencia o una resolución falsa de carácter firme, contra la cual ninguna corte, comisión u organismo incompetente sobre cada parte o sociedad controlante de cada parte, pueda entablar recurso para apelar; es deber del dictado de dicha sentencia, consentido o no por la parte, o por la sociedad controlante de la parte, encontrar la verdad, de entonces en adelante y en virtud de dicha muerte o asesinato de carácter firme, y de paso hacer el mejor de sus esfuerzos por llegar a encontrar un culpable  sobre la enmienda o enmiendas para que este atentado permitiera los cambios de sus prácticas dejando como único resultado tal sentencia o resolución fatal

Ritalina

En History Channel algunas veces transmiten programas sobre los momentos de las grandes invenciones, programas sobre ascensores, la bombilla eléctrica, los descubrimientos de Pasteur. Ahora ascensores, bombillas eléctricas, leche pausterizada nos rodean por doquier. Sin lugar a duda las patentes del siglo XIX consolidaron un modo de vida en el cual las ideas que provenía de mentes brillantes y con buenas perspectivas de negocio dieron fruto a todo un desarrollo industrial económico y cultural. Lo irónico del asunto es que la ciencia que pensaba emancipar a la humanidad, se convirtió en la que imparte un modo de vida, que en la mayoría de los casos siempre atenta contra el cuerpo mismo, así como se le deja viajar a velocidad de la luz de una parte a otra del mundo con sólo dar un clic.

miércoles, 15 de junio de 2011

Breviario ii

Un gato acaba de salir del amuro porque fue añapado usando un angelito para afanar una fasería sin un calalo anterior. El pobre recibió una festichola increíble debido al recuerdo de la junta por lo garufa que era. Su yegua, una bataclana importante le preparo una sorpresa en la rúa. Cerrándola de trecho a trecho convirtiéndola en una academia para bailar sus primeras milongas. El gato lunfo goruta debido a la falta de práctica chapaliaba torpe entre las tabas de su yegua, aprendiendo apenas a llevar el ritmo con sus dos pisones, jamando los carozos oscuros de su catriela, dejándose resbalar sus dátiles por la espalda de ella hasta antes de su pan dulce, acercándola lo suficiente para llevar el paso cruzando sus tabas, las de ambos, a la vez que se dejaban llevar en medio de giros.

Breviario i

15 de Junio, 20:13 Luna Llena sobre Bs. As. El día amaneció en medio de lluvias, gotas distantes que golpearon contra mi ventana e hicieron subir mi cuerpo hasta el último piso para perderme entre sabanas mojadas. Se acercan las 7 de la mañana y el sol aún no da señas de despuntar por ningún lado, me pierdo entre cobijas y sueño con miles de gentes que se cruzan como en una película de Iñárritu, en donde su único punto de encuentro son mis ojos. Los abro y la habitación sigue sola, a veces disfruto tanto la soledad que el mundo debería asustarse. Un té tras otro llena mi panza de aguas calientes, mientras que un texto tras otro llena mi frente de ideas absurdas. Respiro. Aspiro. Encuentro que en las noticias publicaron que hoy ocurrirá un eclipse de luna inusualmente largo. El cielo esta nublado y no tendrá más remedio que tapar, lo que tapa a la Luna

Se es en cualquier lugar lo que se es, así no seamos nadie. La posteridad será la que hable

Ritalina

Entierro

Perdido entre el bosque, no paraba de correr, el frío se le colaba en los pulmones, le atravesaba el cuero y le humedecía el pecho, de súbito cayo, se resbaló en el barro y se enterró un palo en la pierna, no se pudo levantar, escuchaba los perros venir, se lamento en silencio, ahora era cena de caníbales.


Encierro

Un tipo se levanta un día en la mañana en un lugar desconocido. No es bebedor, tampoco tiene muchos amigos, sólo su gato llamado Mike, y un perro anónimo, un terrier que le ladraba en las mañanas de pelo rubio todo espinoso. Pensó que le habían robado un órgano, que estaba en un hospital. recorrió la habitación y abrió una puerta, encontró una habitación igual, así tres veces más. Al despertar del sueño se encontraba en la misma habitación, pero la puerta no abría.

Lineas Calientes para Tardes Frías

Las pocas cosas concretas son del estilo como follar. Tú vas, yo voy. Tu vienes, yo me vengo y ya. El punto intermedio es esto, es la provocación, es enloquecerte a tal punto que tienes que tocarte para calmarte. Es hablar de tu culo y sentir que se comienza a calentar de solo escucharlo en mi boca. Es saber que de a poco y sin que nadie lo vea, comienzas a cerrar las piernas cada vez más para sentirte toda como si lo estuviesen haciendo mis manos torpemente, como pidiendo permiso. Es esperar con ganas la siguiente frase para no bajarle el ritmo, como para no parar, como cuando no te gusta que te lo saquen, porque lo quieres todo adentro en un vaivén de caderas y sudores, de besos, un mordisco, una palabra sucia, babas, dedos en la boca: cógeme del cabello, tómame, domíname, hazme sentir que soy tuya. Pero para, ahora soy yo sobre ti, moviendo las caderas como bailando, como haciendo eso que tanto te gusta con sólo un punto de apoyo que es mi miembro.

Thames

Un señor con tantos años se detiene a mi lado. Le doy una seca a mi pucho y de repente vemos como nuestras miradas se topan. Pasa una mujer esbelta con un gorro de lana sobre su cabeza que… hasta la altura de sus orejas. Me mira y sonríe. Esa mujer me acuerda de mi madre en los años 30, por ese entonces las mujeres llevaban los gorros así, me dice el anciano mientras en sus manos sostiene un par de bolsas. Me rio y solo atino a decir que la moda se reinventa pero no cambia. Es cierto, replica él. Agrega: por eso nunca hay que tirar la corbata, y lo dice al tiempo que señala su cuello. Sonríe y camina en dirección opuesta a Santa Fe.

Entre tanto veo como el sombrero de los 30 se desaparece por el Thames que hoy abundó de lluvia el pasaje de los libros. Dentro la voy a encontrar y muero por entrar a verla sin sombrero.

La cotidianidad siempre trae lazos fuertes, encierros ... decepciones repudiables y al final siempre somos los mismos

Ritalina

No creas a pie juntillas todo

Este es un marco que bien podría ser una ventana para abrirla

o apenas asomarse a recibir todos los buenos aires.

BUENOS AIRES podría ser una ventana que bien haría de marco

para verte sonreír en las mañanas, las tardes y las noches,

sobre todo, las noches.

11 de Mayo, 2010.

Todos los viernes, a las 4:45 de la tarde pasa un gato negro por el borde de la casa de enfrente, todos los viernes. A ese gato negro, yo lo amo, siempre caminando por el borde, girando la cabeza a cada ángulo, como releyendo mis palabras, sobre este borde que pende en mi habitación, para que cada vez que lo camine, recuerde que el gato negro aún camina sobre mi borde. Mi gato, mi borde, camina con cuidado, a pie juntillas.

GOLPÉAME LO MÁS FUERTE QUE PUEDAS, SORPRÉNDEME, HAZLO A MIS ESPALDAS, SIN SOBRESALTOS, CON ESA SERENIDAD QUE SOLO TIENEN LOS DISTRAÍDOS. SOY EL LUNAR PÉLVICO DE MARLA, SOY EL HÍGADO ALCOHOLIZADO DE JACK: SOMOS TODO LO QUE NUNCA ESPERAMOS. QUIERO EVAPORARME EN TU CUERPO. CEBOLLA CORTADA, UNA LLAVE ABIERTA. QUIERO VER TU COXIS, SOLO TU COXIS, SOLO TRES GATOS, TRES GES EN DEFINITIVA. GRANDE, GRUESO, GATO. GATO, MATO, TATO, PLATO, RATO, SOLO UN RATO, CON UN GATO. TOMATE PICADO, PICADO PECADO. UN RECADO INSTANTÁNEO, SIMULTÁNEO. LA MÚSICA DELIMITA EL ESTADO DE ÁNIMO DE LAS PALABRAS. UNA VOZ CLOSE YOUR EYES. ¿ME DAS? ¿MÁS? NADIE LO QUIERE TODO. NADIE LO TIENE TODO. NOS SABE MEJOR LO QUE NO NOS DAN. MULAS, LLÉVAME. A DONDE VOY NO SE NECESITA ALGUIEN A QUIEN GUIAR. ¿GUÍA? NO, ARRIERO FIERO. PERO. PEROS CEROS. CERO, UNO, DOS, TRES, TOCA LA PARED. PAUSA. CORRE. VETE, VOY, ME VOY, NO ESTOY, NO SOY, SER Y ESTAR. TO BE, TOO ME.

ME PREGUNTO DÓNDE PUTAS ESTA EL LIBRO. 25 CENTÍMETROS DE PURA MIERDA. 21 GRAMOS DE… NADA QUE NO VENGA DE LAS TRIPAS, DE ADENTRO, DE LAS PURAS ENTRAÑAS. 25 CENTÍMETROS NOVELA PORNOMETAFÍSICA, UN TÍTULO TAN SUGESTIVO QUE SE DESAPARECE. YA NO ES MÁS QUE UNA SOMBRA. SOLO ESO, UNA SOMBRA. SOMBRAS Y ARENA.

Vamos a jugar un juego

Vamos a jugar un juego, que sólo pierde quien no entiende cuales son las reglas, primero me vas a buscar, te vas a comer las ganas de saber que estoy ahí, que soy una sombra que te cubrió por un tiempo y vas a mencionar mi nombre:

- Mengano

Entonces yo voy a estremecerme por que voy a creer que gane otro pulso y que todas las personas con las que me he visto han tenido un efecto terapéutico en mí, y como si nada, como lo decía tantas otras veces, luego de hacerte esperar un rato voy a responder con alguna de esas frases que te recuerden como me conoces:

- Dímelo cantando

Y en ese momento vas a descansar por que aunque no te arrepientes, sabes que algo te inquieta y que no está bien por tu salud mental de vez en vez pensar en lo que ha pasado. Y me lo vas a decir de tal manera, que en realidad te lo estarás repitiendo vos misma, como una forma de aprobar lo que haces:

- Yo sé que te vas, y sé que querías pasar ese fin de semana conmigo, pero ¿Te preguntaste ¿que quería yo?? Y en ese momento sería bueno hacer una pausa y acudir a mi sensatez para hacerme caer en la cuenta de la forma tan sencilla en la que procesas, para retomar con la siguiente frase

- Por favor, no me manipules con eso de que es el último fin de semana, porque bueno, yo ya me hice a la idea de que no vas a estar hace rato, entonces, no es una herramienta para convencerme de nada más.

Ahí voy a torcer el rostro de tal forma y voy a recordar todo lo que he dicho y pensado estos días y de nuevo me voy a indisponer, porque la manipulación es sólo otra forma de mendigar amor que no sienta bien, pero para no atascarse en eso, vas a dejar pasarlo por alto y vas a responder casi de forma tan indiferente que ella no se va a percatar de eso:

- Vale, no me lo pregunte, porque no había necesidad, suponía que querías hacer otras cosas menos que pasar tiempo conmigo por todo, sólo que a veces soy testarudo

Entonces la replica va a llegar de inmediato y como recreando la noche del sábado vas a repetir:

- ¿A veces? últimamente es por eso que te desconozco

Y nuevamente para no ahondar en un tema que no tiene sentido tendré que responder y además agradecer, como si en verdad fuera una persona agradecida, que cosa más extraña:

- Si, no a veces, siempre soy testarudo, pero bueno me sirvió un montón que me lo dijeras, grazie (y usando ese italiano afirmo que me tiene sin cuidado lo que diga)

Justo allí habrás de pensar que descansaste porque en efecto además de hacer lo que te viene en gana, expías tus malentendidas culpas creyendo que me ayudaste. Y ya con eso claro preguntarás por el tema que se vuelve habitual:

- Genial. ¿Qué te dijo mamá?

Y luego de una pausa y de no dar señales de vida, replicaras, como creyendo que hablas por teléfono cuando ni eso es posible entre los dos

- ¿Aló?

Así que sabiendo como va a terminar esto, no te apresuraras y serás lo más cordial posible aunque te parezca un sinsentido hablar sobre algo que no le compete a nadie, y mucho menos a fulana:

- Pues que si era lo que yo quería y era lo mejor para mi, me apoyaba, que yo sabía que en casa no sobraba la plata pero que no me quedara callado si estaba en la mala, que ella sabía lo orgulloso que yo era (y en ese momento debo pensar que el orgullo mío sólo puede medirse por lo bajo que puedo llegar a caer cuando soy caprichoso). Fue una cosa rebonita, porque fue el sábado, luego de que hable con vos, me fui a tomarme unas polas con Andrés y hablar de todo y conocernos, nadie sabe nada de nadie en definitiva. Y nos pusimos a hablar y le dije como eran las cosas, fue algo rebonito (y lo repito mientras recuerdo la calidez de sus brazos en mi espalda y como se me humedecían los ojos rogando por llorar, pero impotentes ante ese mal oficio que aprendí hace tiempo: en vez de llorar debía reír), en un momento no hubo otra cosa más que abrazarla y llorar con ella. Me pregunto que me faltaba para irme, y que si no conseguía toda la plata que ella me regalaba lo del pasaje.

Luego de leer esto, la fulana sólo podrá alegrarse, por que en medio de todas las cosas, no puede guardar rencor en un centímetro de su cuerpo, que recorrido por el tiempo le ha enseñado que vivir se trata de otra cosa. Y sabiendo esto responderá:

- Bueno, pues que bonito, que alegría, que de todo (¿qué es todo? tendré que preguntarme en ese momento) me encanta por ti, por ella, por la situación

Y así llega el momento más importante del juego, donde sin importar las consecuencias dirás cualquier disparate que se te ocurra para tentar la paciencia de tu interlocutor, y para de una forma más sutil hacerle caer en la cuenta de lo que se te pasa por la cabeza, diciendo:

- Alégrate por vos también

A lo cual habrá una replica instantánea que será mediada por algún tema en ingles que de seguro estará explicando, como lo requiere su oficio:

- y ¿por qué por mi?

En medio de una sonrisa en tu rostro seguirás, repitiéndotelo una y otra vez, es sólo un juego que quieres tener por última vez:

- ¿por qué crees?

- no sé. Y el sistema lo repite como si fuera ella misma la que se lo repite creyendo que no entiende. No sé. No me alegro por mí, entonces no sé porque debería.Así que allí trataras de hacer entender que sólo tientas nuevamente su voluntad y paciencia, como cuando te quiso golpear y diré:

- Sabiéndome como me sabes, deberías poder entender que me refiero a que vas a descansar de mi terquedad. Una pausa y no hay respuesta, así que no queda más que una replica para saber que no se ha perdido

- Más claro, o ¿qué pereza que diga eso?

Desaparece y te das cuenta que ya no tiene sentido seguir jugando a nada, así que vuelvas a poner la canción que te recuerda que el sur te espera, cuatro ebrios se lo llevan al loquero, otra vez ha fracasado el funeral, en el barrio se relamen las pancartas, avivando al modelo para armar, baila, baila... al fin y al cabo el boca en boca está de faso

El Rito

Apenas si se hace abre el ascensor y aparecen dos figurones desprolijos, jefes, motivadores, familia y negreros, en el quinto que encierra el treinta. Una oficina de diez más veinte, frente por fondo. Y justo al fondo pequeños cubículos de blanco añejado, sucios. Se encuentran atravesados por el tiempo y por las cientos de voces que repiten nombres que al mencionarlos una y otra vez terminan desgastándose. Mirna. Miximina. Yanina. Vocablos vario pintos. Se encontrará la señora Modesta, susurra una vos cerca a la única ventana. Hola soy la señora Modestia responde una vos medio dicharachera, al otro lado del auricular donde Buenos Aires se enfría y cubre sus suelos de hojas muertas color amarillo.

Es un asunto de hacerles caer (nunca se explica bien quien es el que cae) en la cuenta de la ventaja que les estamos ofreciendo. Siempre pensando en positivo. Nos dicen: pero si yo no tengo tarjeta; ustedes dicen: por eso, esta es la oportunidad para su primera tarjeta. Ahora bien si les dicen: ya tengo dos, tres y hasta cuatro tarjetas; no importa: no sabe usted lo importante que es para su vida crediticia contar con tan buen crédito. Crediticia es tal vez una palabra que rima con ficticia.

El salón reboza de fuertes olores de culos sudados, axilas que no se despegan y uno que otro tufo de alguna comida fuerte de la hora del almuerzo. Las voces siguen yendo y viniendo. Lenguajes y tonadas se mezclan y hacen una suerte de telemarketing lunfardo. Palabras como cuatriplicado y quintuplicado se hacen reales a cada repetición y auditoria se vuelve verbo en los pocos instantes en los que se permite levantarse de los habitáculos.

Luego de tres horas viene un corto receso donde el pequeño grupo de parlantes humedecen sus gargantas y llenan sus bocas con nuevos resabios que aromatizarán el resto de la jornada de trabajo esta vez más corta. Uno de los figurones sabido del ambiente que emanan las bocas intenta inútilmente sazonarlos con dulces ordinarios que se mezclan entre salivas o babas (depende de la decencia que se pretenda) produciendo calzas momentáneas que entre los intervalos de una marcación y otra se convierten en divertimento de lenguas y dedos, formas de matar el tiempo hasta que llega el minuto final donde los exhaustos parlantes abandonan su madriguera y maldicen a regañadientes por tener que repetir exactamente el mismo rito al día siguiente.

des - encuentros

Esta es una conversación, ya no por teléfono o por cartas como hubo en otro tiempo.

Es una conversación que además se publica sin consentimiento de los interlocutores.

Es una conversación que tiene tantos días que se cruzan sin momento específico.

En otras palabras, creo, es como me pienso conversando, arbitrariamente.

Hablo con una mujer capicúa y cada tanto aparecen cifras escritas y acompañadas de la palabra minutos, pienso por un momento si es la distancia entre edificio y edificio, en medio de un vecindario inhabitado más que por unos pocos. Le comento que por acá me gusta eso de voltear por una esquina y no tener la menor certeza de con quién o qué te vas a encontrar. Es un vecindario en el que se acaba el verano y ya el clima comienza a parecerse un poco al de Bogotá. Le replico que vivir en estaciones en una cosa bien particular, ¿no?, me pregunto mentalmente. Vos lo debes saber mejor que yo.

43 minutos

Ella: no, tú lo sabes, yo apenas lo recuerdo... recuerdo que es una cosa bien particular, como que del sol dependía mi ánimo, por ejemplo…

Yo: el frio comienza y de a pocos los aires cambian de color, se vuelven mucho más fuertes y chocan con las ventanas

Yo: mujer capicúa

Ella: niño marino

Yo: sabía que me iba a gustar tu forma de nombrarme

Ella: se me olvidaba decirte, me gustan las botellas que trae el agua, me gustan mucho.

25 minutos

Me pregunto qué me dirías si me tuvieras frente a frente. Absolutamente nada. Al parecer se acostumbro a vivir en un vecindario, que por estos días solo habitamos los dos. Siempre desde la ventana, desde ahí te diría absolutamente todo. Pienso que con eso es más que suficiente y le deseo que haya tenido un muy buen lunes. Así como de seguro ella me desea un excelente martes.

Yo: luego te contaré que tal me va con los martes

Ella: en otro momento te diré qué pienso de los lunes

Yo: un beso en la mitad de los sueños que ni me puedo imaginar

Ella: imagínate 3399 formas de besar

Yo: voy por las 33

Ella: mejor déjalas en 33 69

13 minutos

Este vecindario me gusta, y me lo digo a mi mismo como tratando de convencerme que no sea de esa forma. La imagino con la nariz fría y los ojos abiertos de par en par, encontrándomela en medio de pasos que coincidían de vez en vez por calles que nunca andamos y mutuos conocidos que teníamos en otros lugares.

Ella: estás como "en casa"

Yo: muerdo mis labios de solo pensarlo

Ella: entonces estás "de-caza", como lo están los gatos cuando se hace de noche

Yo: con los ojos abiertos sin pestañear, pupilas enormes, la nariz más adelante que el cuerpo, paso silencioso pero seguro...

Ella: como un gato sin dueño...

Llegó el otoño y de seguro los gatos ya no andan tan contentos por sobre los techos, prefieren pisar los suelos amarillos recubiertos de hojarascas que crujen suavemente en medio de todas sus patas esquivando los vientos y los corredores de la suerte. La lluvia que dibuja otros bigotes por donde resbalan sus maullidos y se cuelan entre el ruido de los carros y los trenes, haciendo de ese vecindario un lugar medio nocturno, medio melancólico.

6 minutos

Ella: si los gatos no supieran por donde andar, ya no serían gatos, no serían felinos y no andarían con los ojos abiertos sin pestañear. No serían tan seguros, ni tan silenciosos, no estarían "en caza"... más que el otoño me preocupa es el invierno...

Yo: acá ya es martes y está comenzando de la mejor forma posible. ¿Por qué el invierno?

Ella: porque es como un gato que no sabe por dónde andar

9 minutos

Yo: debajo de mucha piel... de seguro

Ella: no es el frío lo que preocupa, por supuesto, son las ganas de nada... el sol se lleva todo... esconde todo... obliga a nada, no me gusta, espero te provisiones de mucha piel, si eso te es suficiente

Yo: o puede que ni siquiera esté

Ella: ¿botella sorpresa? ya te diré como terminan mis lunes llenos de sorpresas

6 minutos

Supongo que frente a frente me diría hola, de tal manera que sería tu cómplice (que linda palabra) 5 minutos. De espaldas, sintiendo tus caderas. Frente a frente podrían ser tus pezones erectos.

Ella: por ahora me despido desde este vecindario imaginado donde no somos cómplices ni nos decimos hola

Yo: perfecto, te queda una hora de tu lunes, el penúltimo del mes

Ella: nuevamente, te deseo un excelente martes que ya comenzó...

Yo: llueve en la ciudad de Buenos Aires

5 minutos

Ella: Buenas lluvias

Yo: buenos días, buenos viernes

Ella: Buenos aires

6 minutos

Se baña en este momento, y algún mensaje se cuela por entre el vapor de una ducha caliente que prepara los cuerpos para el comienzo de otoño. Bs As se parece un poco a Bogotá por ésta época del año, sólo que diferente. Un gato a gotas se a gota. Una gata a un gato también o viceversa. Muy bien. Piensa en si nos examinamos, nos calificamos o nos agotamos. Lo primero, lo segundo, lo tercero y lo cuarto. ¿Lo cuarto? Pero por sobre todo nos provocamos. Pues de todas, esa es la que más le gusta. Pues de todas es la que más le interesa.

9 minutos

Tercera Aproximación

"La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que,

cansada de descubrir las vergüenzas del mundo,

ha tomado la inteligente resolución de volverse loca"

Enrique Heine

Pienso lo siguiente, el ser humano se compone de por lo menos tres grupos básicos de necesidades a satisfacer: la nutrición, la interacción y la creación. A estos tres grupos le suponen una infinita gama de posibilidades en el lenguaje para nombrarles y referirles en los idiomas, dialectos, grupos sociales, religiosos -y un buen etcétera- que compongan los actuales seres vivos que "dominan" el espacio gaseoso de la tierra -el acuoso superficialmente-, seres humanos, siendo este el concepto mas "universal" dado en nuestro idioma el castellano.

Este Idioma es por cierto uno de los más hablados, y probablemente como todo los idiomas grandes no hay un mejor castellano hablado que el de donde uno viene. Volvamos tras la disgresión al punto central de lo que arriba se dice, nuestro lenguaje de habla cotidiana es ese en el que la acción se diversifica en la naturaleza, este nos habla de algo común en el que narra la relación con algún colectivo o grupo social. Este artefacto del lenguaje se procura de obtener las necesidades básicas, por tanto, junto estos tres grupos básicos biológicos, vendría un cuarto grupo que denominaremos el lenguaje, como acto de posibilidad de este escrito y pensamiento en específico, así como el acto de ser interpretado por usted lector.

En pocas palabras se ha propuesto un objetivo investigativo desde esta forma de abordar positivamente con el pensamiento la realidad: se propone como objetivo en este método filosófico que aquí inicia el estudio de la relación de estos grupos semióticos o significativos. De qué manera el lenguaje es medio de vinculación con la realidad, no en sentido llano del lenguaje articulado, coherente, consciente, sino más bien de todo aquello que contenga el mínimo de significación, es decir que pueda siquiera generar un estimulo, un recuerdo, una observación, un dolor, una rabia, un amor, una amistad, una venganza, una guerra, una crisis, una sonrisa, una significación. A nuestro estudio le interesan los espacios donde esta multiplicidad se da, detallar el modo como los humanos subsisten y se comunican en cualquier espacio posible, sea este espacio de naturaleza ideada o sensible, virtual o inmediata. La cuestión del tiempo tendrá un especial cuidado en cuanto ella brota del ejercicio de la memoria y el hábito.

La nutrición consistiría en los estudios de los alimentos, sus propiedades, la forma en que la tierra produce energía para que subsistan y la distintas relaciones económicas que los alimentos suponen. Estos sólo como ejemplo ilustrativo de este proceder constante, de la necesidad de nutrición y de las diferentes formas de ambición que ellos esconden, tal vez sea el estudio de alguna parte de ética, esperando de ella no más que una descripción del estado de la ética en la actualidad y no la formación de alguna serie de principios, que corresponderán más al ejercicio regulativo de la misma sociedad sobre sí misma, es decir, en el litigio constante entre la partes que los componen y la distribución del poder en ellas. Entre la nutrición se estudiaran aquellos alimentos del cuerpo, pero así mismo el estudio de los productos humanos y la nutrición de los sentidos intelectuales, el cuerpo y el alma, que son en realidad para nosotros una homonimia, dos cara de una moneda que por ahora resulta sin nombre, dignidad tal vez sea el nombre más cercano por cierto.

La interacción es aquella que se vive alrededor del fuego, que recordándole al lector un cliché muy estudiado en la academia la cocción de los alimentos con el fuego es el elemento principal de creación de cultura, aún alrededor del televisor donde la palabra nos es robada y nos es enseñada una nueva. Las historias del ayer son reemplazadas, o mejoradas por la imagen. Aquellos que menosprecian el aparato televisivo desprecian el modo de vida que acompaña al modo especifico en que el mercado de la televisión nos adapta a todos, sin embargo el televisor es la más grande forma de construir narrativas en este momento de la historia, de construir historias. Los antiguos guerreros que contaban sus historias de batalla, son reemplazados por el CNN que muestra los últimos dispositivos de armas, aviones y tanques, que han sido hechos, preparándose para esta guerra o cualquier otra.

Con estos dos ejemplos espero haber aclarado un poco lo que pienso desarrollar y propongo a terminar en algún término. Así sea un mínima parte de lo propuesto


Escrito por Ritalina

jueves, 2 de junio de 2011

Aproximaciones 2

La única política posible es la del no-sufrimiento. Nunca más he de sufrir ni por vos ni por nadie. Nunca más se ha de sufrir por razón justificada o imaginada. La única política para con mi cuerpo será el de la conciliación, de vida y flujo constante de imaginación y vida, lo único que lo contamine será el amor y el cerrar debidamente las heridas será la única preocupación. Sobre todo la hipocondría es lo primero que hay que enterrar, se sabe que el filósofo Kant era un hipocondriaco de tiempo completo, la idea es alejarse totalmente de su modo de vida cronométrico aburrido y escaso de sexo. Aunque vaya a saber uno lo que le hacía a su mucama en las noches. Pero nos desviamos del tema, lo importante acá es no sufrir, no como convoca la iglesia cristiana brasileña por medio de la iluminación del espíritu santo, sino a través de la curación de todos nuestros sentidos, sobre todo de ese que está abierto para el amor, para el ocasional, fuerte y fugaz, que es el mejor, que es el más respetable para la vida y el corazón. La política de no-sufrimiento incluye entonces entre sus clausulas el abandono de toda obsesión, de todo hábito de repetición, que no sea el propiamente natural, y el acostumbrado envenenamiento alcohólico para alcanzar estadios superiores del alma.

Escrito por Ritalina

sábado, 28 de mayo de 2011

Aproximaciones

Lo comunicativo, en su pureza, en su abstracción, es el pensamiento de la nada, del vacío. El silencio hace parte de la comunicación, por ello ningún silencio es a-significativo. El lenguaje puro es invención de amantes de la norma, poesía que arandela el sentimiento en la perfección, y no en la caricia.

La pobreza del alma revienta mi corazón negro que extrañado late adormecido en un cuerpo lleno de excesos desdibujando mis venas mezcladas con ácidos diluidos en mi sangre color purpura: tengo la sangre jodida. Estar enfermo de esta manera tan extraña por causa de sangre contaminada con algo que nadie sabe, propicia mi invención para contarte, es por eso todo lo del riñón y el resto de pendejadas. Sólo resta esperar respuestas médicas desatinadas que intenten adivinar porque con tanto lugar que he visitado, ni puta idea en donde pudo atraparme esta malversación de purpura. Cautela por favor.

Cuento de color uno: Despierto al encuentro de mi cama que se encuentra toda sudada, durante la noche me había revolcado un poco dormido, un poco despierto confusamente en febril jornada; al abrir los ojos me descubro con el medio día despuntando por la ventana, nubes difusas acercándose por el puerto ese negro. Voy al espejo y veo que me salen colores por entre los poros, me fijo en la pijama y esta manchada de tintas de colores que se combinan y toda la habitación esta encharcada de colores que brotan de mí. Con desespero corro a la entrada de mi edificio y le grito al encargado que algo me pasa, que sudo colores; el encargado con cara de estúpido me mira y me dice: señor, debo decirle que yo no soy el encargado del edificio, usted aún sigue soñando, haga el favor de despertarse y dejarme la vida en paz

Yo: ¿a qué horas viniste?

Él: no sé como a las siete pasadas salí de la facu y pase por ahí, igual no hay rollo vas a ir a lo de Silvana hoy en la noche.

Yo: no sé aún, pero la mona va fijo, combina con ella, ¿no?

Él: pues ni se, ¿cómo así que va ir ella y vos no, ¿vas verte con otra?

Yo: no sé, seguramente sí, pero depende, tengo que solucionar unas cosas y pagarles a los dos además.

Él: ¿a la otra y a mí? Mentira ya entendí

Yo: no a vos y a ella.

Él: te vi un poco embalado el día que nos cruzamos.

Yo: estaba corriendo de un lado para otro, era por eso.

Él: pues yo voy a bañarme, quitarme los colores de mi cuerpo, y salgo de aquí. Saco mis copias y voy pa’ tu casa para que no te hagas un kilombo, de paso miro unas indicaciones acerca de tu p.c. que me enviaron.

Yo: pero salgo a trabajar ahora y el otro acaba de salir. ¿Tú a qué horas sales de la U?

Él: salgo hasta las nueve de la noche como la vez pasada.

Yo: …, (recuerdo los silencios a-significativos)

Él: puedo salir apenas termine de escribir un cuento, sin bañarme y forzarme a volver para bañarme y salir y toda esa vuelta si te queda patas arriba venir hasta acá.

Yo: no pero igual no me han pagado aún, es decir tengo la plata hasta la noche.

Él: a bueno, pues entonces vos dirás.

Yo: estoy pensando creo que me queda más fácil mandarte la plata con ella, porque vos si vas fijo a lo de Silvana, ¿no?

Él: saludos del Sol. Creo que voy fijo, y tú ¿te vas ver con la mona en dónde?

Yo: no sé, jejejejej (suelto un montón de carcajadas pensando en lo dispendioso de la conversación y en la historia de la mañana del encargado). Ahora tengo que mirar eso, porque puede que le diga que venga hasta acá, pero ella se va desocupar a las 7 por allá en Palermo.

Él: bueno dale, mándala con la mona, en un rato me comunico con ella y cuadro que onda si va a ir o no.

Yo: si, ya le dije a ella justo eso.

De batucada: - si tal palabra existe en el sentido que le quiero dar y si me la entiendes vos desde aquel lugar - me llega el improperio roto de boca desigualada por un lunfardo poco entendible, de chavón villero en San Martín y Viamonte, suelo percudido, pared larga y sin ventanas, le miro de estocada, y me fijo de a poco y le digo: se parece usted a un amigo; él responde: viste, nada le salvará de la afanada

Yo: estas escribiendo un montón, ¿no?

Él: pues de corticos, pedacitos. Es que me tiene con una verborrea este castellano argentino.

El último: En una playa desolada una pareja camina por el borde de la zona manchada por la olas, que al estallar en el borde riegan espuma un poco más allá de su sitio de embatada, la pareja se aleja del agua y de vez en vez, se escucha un grito porque la fría agua les cubre los pies. Se acercan lentamente, primero aparecen como una mancha liquida en el horizonte, y poco a poco van apareciendo al campo visual. Al llegar junto al hombre que mira el borde difuso de mar azul pacifico y cielo curvo que se estrella en algún borde imaginario haciendo eso que llaman horizonte la mujer para le da un beso en la mejilla y dice: Gusto encontrarte, llevo días buscándote, le toma de la mano y lo lleva en la misma dirección de donde venían, desapareciendo como una mancha liquida en el horizonte

Yo: los leerán todos con tiempo.

Él: eso, igual entonces nos vemos mañana por las curvas (¿horizonte?), yo curso hasta la una, si andas en casa me cruzo hasta el once y te visito.

Yo: supongo que si, igual yo creo que nos vemos también esta noche en algún momento.

Él: eso. Me voy bañar y a pensarme otro cuento, un abrazo.


Epílogo: Un tipo en Buenos Aires se para en una esquina y se pone a ver lo que cruza por la calle. Ve la imagen, toma un par de fotos del edificio del frente, entra a un resto-bar pide un café y tres medias lunas, abre un cuaderno de rayas verdes, pequeño, todito lleno de laminas pegadas cuidadosamente, anota nombres, observa a alguien, escribe unas líneas, y se va casa y pone en el computador algunas líneas más, acomoda todo y las pone a rodar por feisbuc.


Unos días después va en el 45 rumbo a la ciudad universitaria, pasa por toda la costanera vista desde la orilla, todo callado, todo como si acabará, como si poco a poco se estuviera viniendo encima el mundo. Abajo: el río quieto, todo muerto y abandonado, roto en rojo el río. Paraguayos, peruanos, y guachos subiendo al bus, saliendo del puerto, todo el paisaje lleno de bodegas, rio y conteiner. Un chavón en bicicleta cruza al lado del bus y lo rebasa, el bus para y se aleja la cicla. En el pabellón tres, paga el recibo del curso, se anota, y queda para el día siguiente a las once de la mañana la clase.


Toma un par de clases, y se olvida de volver, vuelve al finalizar las clases y pide la vuelta del dinero de las clases que no curso, no se lo dan. Se devuelve en el 45 a casa, abre la puerta de entrada y descubre todo revolcado, una nota en la mesa, todo en casa se encuentra estropeado, desordenado, nada prolijo, su mujer se había ido, la casa estaba casi vacía, y tenía citación a un juzgado el viernes próximo.

viernes, 18 de febrero de 2011

Día en la oficina

Fue un día como cualquier otro hasta caer la tarde. se levantó en la mañana con la boca seca, se tomo el vaso de agua en la nochera en unos cuantos sorbos, grandes y dolorosos en la garganta. ya duchado y vestido preparó de desayuno chocolate, tostadas con queso crema, y un huevo frito. Al subir al transmilenio reservo una silla para una anciana, y se fue de pie con una sonrisa encima por haber hecho la buena acción del día. Estuvo en su oficina, adelanto trabajos viejos y archivos lo del día, resolvió las cosas inmediatas, y entrego borradores prometiendo los originales pronto.

En el almuerzo fue al restaurante cruzando la calle, merodeo lo alrededores perezosamente llevando un palillo en la mano, en la boca, en el oído. Terminó su jornada laboral pesado por el frijol, la carne y el huevo en el almuerzo, el escritorio lleno de tareas casi completas, con prospectiva de dos horas de más en la jornada para terminarlas.

Ya entradas la 7 de la noche, decidió dejar sin acabar un par de cosas no tan urgentes e irse a casa por una cerveza. llegaron un par de amigos, se puso Adriana Varela y a unisono se pidió la canción Pero yo se

Y Varela cantando:

yo se que las madrugadas cuando la farra dejas,
sentís tu pecho oprimido por un recuerdo querido y te pones a lloraaaaar!

En todo el final te espeta esta verdad en la cara, la sala llena de humo y ya todos tomados buscando una cama.

Suena el despertador a las siete de la mañana, y empieza de nuevo su día.