jueves, 3 de septiembre de 2009

Correo

Llegó con su rostro de mujer madura que no encaja de ninguna forma en su cuerpo que entre sudores y ritmos de tango, la mayor de las veces nos convida a todos al descontrol. Con un sonoro ¡hola! Llama la atención de mis ojos sobre su pelo, y apenas si tengo tiempo para susurrarle ¿Qué paso con las palabras? No deben salir. Ojala por la razones correctas – le replico -como hipnotizado por la cadencia de su cintura que tanto me ha gustado desde siempre. Ah sí. ¿A vos como te tratan los buenos aires? Ahí vamos… buscando trabajo y estabilizándome de a pocos. Hasta cuando te piensas estar. Um mínimo este año y si puedo homologar, pues acá acabo. Felo, te dejo... Siempre. Ey acá no tengo plata... no es de hijuemadre. Ey tranquila, no es reclamo, yo personalmente no me conectaría. Bueno, obvio, pero hay que revisar el correo... Mejor te escribo entonces. ¡Gracias!, lo que quieras con tal que sea con cariño. Siempre, porque no habría de haber cariño, sin motivo aparente te aprecio. ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé? (y lo dice mientras se acerca con esos pequeños labios que de tanto apretarlos se vuelven más rojos) ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeé de que? pues que apenas si nos tratamos y me caes bien, es a lo que me refiero, pero bueno vos ya te ibas… de hecho te fuiste y apenas me dejaste un par de sorbos en un cocktail que no tenían babas de nadie más que yo. Ah, Jajaja y su risa escrita me recuerda su gracia cuando agresivamente nos tratábamos. ¿Qué pensaste? Si, espérame, bueno o sea ya me voy… ¿cómo así? bueno mejor vete. Nada, nada, bueno, tampoco. Esto resulta complicado.

No hay comentarios: